Revista Noticias Nª1735        .        .         .         .        .        .        .         .        .        .         .         .        .        .        .         

“El director es el único músico mudo”

Formó y dirige el Coro Polifónico del Festival de Música Clásica de Ushuaia, del cual es director asistente. Rusos, aplausos y timbales.

¿Un treintañero dirigiendo sinfónicas y filarmónicas? Contrariando el estereotipo de confiar la batuta a directores maduros o entrados en años, Pablo Dzodan hace su faena con rigor y soltura en la 6º edición del Festival Internacional de Música Clásica de Ushuaia. Del 2 al 17 de abril dirigirá varios conciertos y tuvo a su cargo la formación y dirección del nuevo Coro Polifónico del Festival.

De apellido serbio, Dzodan estudió guitarra, canto lírico, cursó Dirección Orquestal y Composición en la UCA, y fue alumno de Pedro Ignacio Calderón. En el 2001 fundó la Camerata Exaudi, con 85 miembros, y también es director del coro. Dirigió agrupaciones corales como Schola Cantorum Coralina (Cuba), Coro de la Orquesta Sinfónica de Lara (Venezuela) y el Coro Femenino Virgo de Vilnius (Lituania). Para quitarle formalidad al listado, ironiza: “Mi `carrera artística´ empezó a los 5 años, publicité un yogur. Era un flash, estaba recopado”. Estudió teatro, hizo avisos de chicles Stani e interpretó un par de personajes secundarios “y terciarios, en un programa de Canal 13 malísimo, `Super Clan´”. Definitivamente arraigado en la música, en el 2006 fue uno de los 12 emprendedores más destacados del país por su proyecto para fabricar timbales sinfónicos a un tercio del valor de los importados. Ningún dato se le escapó al maestro Jorge Uliarte, titular del Festival de Ushuaia, al nombrarlo director asistente.

Noticias: ¿Un director es un inspirador de su orquesta o sólo una herramienta de la música?

Pablo Dzodan: Es el motivador, interpretó la partitura y debe transmitirlo, por eso en inglés es “conductor”, el líder de un grupo humano. Un trabajo increíble, se mezclan un montón de factores, y como en todo arte, el emocional. En mi caso al principio hay cierta resistencia, por la edad. Pero lo que importa es la profundidad y la seriedad con que uno encara el trabajo, recopilando y aprendiendo de la experiencia ajena. Yo hago el máximo esfuerzo por conocer el repertorio al detalle.

Noticias: A un director joven, ¿le cuesta más ganarse a una orquesta con músicos avezados, muchos de ellos profesores?

Dzodan: Sí, aunque los músicos son un poco más abiertos, hay prejuicios. El año pasado hicimos la 8ª Sinfonía de Dvorak con la Sinfónica de Moscú, y ellos la tocaron tantas veces con grandes maestros... pero cuando ven que trabajás seriamente se enganchan. Al terminar el ensayo me brindaron un aplauso.

Noticias: ¿A la orquesta hay que conquistarla desde el primer ensayo?

Dzodan: La palabra autoridad no me gusta, es un cierto liderazgo implícito desde la realización del trabajo. Uno tiene que conocer muy bien la obra, y la dinámica de ensayo: no dejar que se dispersen y lograr cambios que puedan palpar, ahí se motivan.

Noticias: ¿Requiere dominar lo musical y capacidad de seducir?

Dzodan: Sí, le preguntaron a Claudio Abaddo cómo les habla a los músicos, y dijo: “Yo trato de no hablar, es lenguaje gestual, cuando no alcanza uso la palabra”. La seducción se obtiene mediante la aceptación del criterio interpretativo. Hay que justificar racional y emocionalmente lo que uno va a hacer, y si es genuino, es aceptado. Los cantantes son bravísimos, te hacen planteos por la respiración, por ejemplo. Hay que ser claro desde el principio, pero con ciertas personalidades entrás en un plano de discusión donde es difícil conciliar. Estoy trabajando en eso: dominar las pasiones. Hay que negociar, porque un director sin la orquesta no es nada, es el ser más dependiente que hay.

Noticias: Cuando la conexión se logra, ¿hay una química similar a la de una pareja, que fluye y los realimenta?

Dzodan: Exacto, el director es el rol más llamativo y el único que no produce sonido, el músico mudo. Es muy loco, pero hay algo mágico, algo con las energías, es un momento impagable.

Noticias: ¿Dirigir en el Festival de Música Clásica de Ushuaia es el escenario perfecto para demostrar lo que uno sabe?

Dzodan: Es como estar compitiendo en Fórmula 1 y que te den un Mc Laren. Este año el desafío fue mayor, ya que formamos el Coro Polifónico, con casi 50 coreutas de Tierra del Fuego. Ensayamos desde el 5 de marzo, es increíble cómo trabaja esta gente.

Hijo de un empleado y una ama de casa, Pablo soñaba con ser un gran guitarrista y buscó una carrera musical completa, la dirección de orquesta (“Me gustó tanto la música sinfónica que el mundo de la guitarra resultó muy pequeño y fácilmente abarcable, y no hubo vuelta atrás”). No podría definir qué compositores lo atrapan más: “`El Mesías´ de Haendel me encanta, Tchaicovsky me vuelve loco, Mozart, y Beethoven, y Schumman... cada uno es incomparable, de una belleza enorme e impacta desde puntos muy diferentes”.

Noticias: ¿En su familia hay antecedentes musicales?

Dzodan: Mi abuelo materno, español, tocaba el clarinete en una banda en Lalín. Era un pastor y hacía sus flautitas de caña, tenía un fuego cuando interpretaba. En mis cumpleaños tocaba el saxo.

Noticias: Fundó la Camerata Exaudi, ¿es un nombre vasco?

Dzodan: Latino, significa “escuchen”, estoy orgulloso de ese nombre. Camerata lo puse porque sintetiza el ideal revolucionario de las cameratas renacentistas, y “exaudi” es “escuchen el mensaje artístico”, que es evolucionar individual y socialmente a través del arte. Es mi objetivo de vida.

Noticias: ¿Sigue con su veta emprendedora, fabrica timbales?

Dzodan: Era un proyecto interesante, cuando fundé la Camerata uno de los problemas eran los timbales: cuestan unos 5.000 dólares y necesitás cuatro. Con un amigo, ingeniero mecánico, investigamos, construimos un prototipo y funcionó muy bien, pero se disparó el precio del aluminio y producirlos dejó de convenir. Habíamos logrado un timbal ultraligero, en tres calidades diferentes, pero congelamos el proyecto.

Noticias: ¿Consideró irse al exterior y hacer una carrera internacional?

Dzodan: Me gustaría, sería enriquecedor, pero mi sueño es armar en el país una orquesta del nivel de la Filarmónica de Berlín.

Noticias: ¿Va a recitales de rock, escucha otro tipo de música?

Dzodan: El rock no evoluciona, es el mismo de hace décadas. Me resulta más interesante la música electrónica, por lo novedoso del concepto, minimalista, de desarrollo lento. Igual, se puede hacer mejores productos, me gustaría algún día trabajar en esa línea.

Noticias: Cuando baja del podio, ¿también lleva la batuta?

Dzodan: (ríe) Me lo dicen, incluso mi novia Erica: “Acá no sos director”

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